El café de olla es una forma tradicional de preparar el café en México. Claramente endulzado, aromatizado con canela, clavo de olor y anís estrellado y servido bien caliente, se trata de una forma maravillosa con la que empezar el día.
¿Qué es un café de olla?
El café de olla es una bebida tradicional de café muy popular en México. Típicamente, es servido en climas fríos o rurales. Además, se sirve muy caliente y se perfuma con deliciosas especias calientes como la canela y el anís estrellado.
Los cafés de olla también llevan piloncillo, un tipo especial de azúcar que tiene un sabor a caramelo absolutamente fabuloso. A los que les guste el café un poco dulce, disfrutarán de esta receta.
En caso de que no tengas piloncillo,lo puedes sustituir por azúcar moreno.
Origen del café de olla o de puchero
El origen de la bebida se remonta a principios del siglo XX, durante la Revolución Mexicana, cuando las mujeres trababan en el frente. Las que participaron en la guerra fueron llamadas Adelitas, en honor a Adela Velarde Pérez, una enfermera de Ciudad Juárez.
Ella llegaría a ser una figura central en la forma en que se veía a las mujeres durante la Revolución Mexicana gracias a su labor de ayuda a los soldados heridos. Pérez encabezó el camino hacia el reconocimiento de las contribuciones de otras mujeres en la guerra, siendo una de ellas el café de olla.
Las funciones que desempeñaban las mujeres durante la guerra no eran fáciles. Tuvieron que llevar las maletas de los soldados, levantar y desmontar campamentos y ocuparse de toda la comida. Fue en estos campamentos de guerra durante la Revolución Mexicana donde nació el café de olla.
Surgió porque las adelitas creaban combinaciones de especias, café y azúcar para mantener su resistencia en gigantescas ollas de barro que entregaban a los soldados para que tuviesen un impulso durante la larga guerra.
Ingredientes del café de olla o de puchero
La lista de ingredientes que se emplean en la preparación del café de olla son:
Agua: Se debe utilizar agua filtrada para obtener un acabado agradable y suave.
Piloncillo: Se trata de un azúcar no refinado fabricado mediante la ebullición y evaporación del jugo de la caña de azúcar, que después se vierte en moldes para que se endurezca. Es un producto de sabor dulce y acaramelado, muy popular en México y otras partes de América Latina.
En los mercados mexicanos y latinoamericanos se puede encontrar piloncillo (también conocido como panela, rapadura y chancaca) o pedirlo por Internet.
Canela en rama: El tipo de canela habitual que se encuentra en Estados Unidos y Europa es la canela cassia. Pero, sin duda, es mejor la canela de Ceilán, a veces llamada canela mexicana.
La canela de Ceilán, que en realidad se importa de Sri Lanka, ofrece un sabor suave, dulce y cítrico, que resulta mucho de mayor complejidad que la variedad cassia.
Si no la encuentras en los supermercados, acude a tu mercado de confianza, ¡Seguro que te ayudan a encontrarla!
Clavos enteros: En esta receta los clavos aportan una intensidad de sabores cálidos que resulta sorprendente y que funciona de maravilla junto a la canela.
Café molido: Se recomienda elegir un café molido de buena calidad y de tueste oscuro. Con un café de tueste oscuro obtendremos una bebida con más cuerpo. El sabor suave y menos ácido es más adecuado para el café de la olla. Es un plus si puedes encontrar un café mexicano o latinoamericano.
Preparación del café de olla
Esta es una receta muy sencilla que solo nos llevará unos 10 minutos en prepararla. Estos son los pasos que debes seguir:
- Hervir el agua: En una olla mediana, se pone a hervir el agua. Allí, se añade con cuidado el piloncillo, las ramas de canela, los clavos y la vaina de anís estrellado. Luego, se remueve con una cuchara de madera hasta que el piloncillo se disuelva, unos 5 minutos.
- Añadir el café molido y removerlo: Es preciso bajar el fuego, tapar y dejar cocer a fuego lento durante 5 minutos más.
- Colar: En esta parte, se pasa el café por un colador forrado de estameña o tela. ¡Y listo!
Tradicionalmente, esta bebida se prepara en una olla de barro, lo que le confiere un sabor característico y terroso. Si no tienes una olla de barro a mano, puedes elaborarla en una olla de cerámica.
Por último, si deseas hacer el café de olla de forma tradicional, se recomienda que lo hagas en esta olla de barro sin plomo y lo sirvas en una taza de barro.
De cualquier manera, este café es muy fácil y sumamente sustancioso que puede servir para alegrar la tarde en compañía de tus seres queridos.
Perfil
- Periodista y redactora apasionada del café en todas sus formas. Madrileña de nacimiento y convicción, trato de mejorar cada día y odio las redes sociales.