Los amantes del café no suelen concebir un café sin cafeína. Sin embargo, hay personas a las que el café no les sienta bien, ya que la cafeína puede causar ansiedad, insomnio, diarrea, sudoración excesiva, aceleración del ritmo cardiaco y temblores musculares.
Para no privar a esas personas del placer de beber café, el café descafeinado se ha convertido en la mejor opción.
Pero, ¿cómo se hace el café descafeinado para que no pierda su aroma ni su sabor? Te lo contamos a lo largo de este post.
El café descafeinado es prácticamente igual que el café con cafeína tanto en sabor, cuerpo, crema y otras propiedades, excepto, lógicamente, en su contenido en cafeína.
Existen varios métodos para eliminar la cafeína del café. Aunque el más común es remojar los granos de café en un disolvente, generalmente cloruro de metileno o acetato de etilo. A continuación, te los explicamos:
Cómo se descafeína en café
1. Método de agua
Los granos de café verde son sumergidos en una solución de agua con extracto de café verde sin cafeína. Como la cafeína es soluble, al remojar los granos, estos abren los poros haciendo un proceso de ósmosis que traspasa la cafeína de los granos al líquido en que está disuelta.
Lo que significa que la cafeína se diluye en el agua de manera natural. Como el agua ya tiene el resto de elementos del café excepto la cafeína, los compuestos que dan sabor y aroma al café no se diluyen.
Para finalizar se secan los granos en una corriente de aire y se quedan listos para su envasado y consumo.
2. Método químico con cloruro de metileno
Los granos de café verde se humedecen con agua y se ponen en remojo con cloruro de metileno, una sustancia que disuelve la cafeína.
Después se deja evaporar el cloruro y se lavan los granos con agua para eliminar cualquier resto. Para finalizar el proceso se dejan secar los granos de café con aire caliente.
Este es el método más habitual, ya que es el método más barato para la industria del café, aunque los consumidores más exigentes prefieren descafeinados conseguidos por los otros métodos.
3. Método por presión con CO2
Se rocían los granos de café con dióxido de carbono a una alta presión que ronda las 275 atmósferas, haciendo que el Co2 circule entre los granos, penetrando en ellos como consecuencia de la presión y contribuyendo a disolver la cafeína.
Cuando lavamos y secamos los granos, la cafeína ya no está y no se ha actuado con productos químicos sobre el grano, por lo que es la manera idónea para obtener un descafeinado de calidad.
No obstante, el problema de este método es su coste, que hace que la industria lo reserve para los cafés más caros o de mejor calidad.
Después de saber estos métodos, seguro que te preguntas si el café descafeinado tiene cafeína.
Pues bien, en principio como su nombre indica, es descafeinado, pero realmente no es así. El café descafeinado tiene algo de cafeína, ya que es imposible quitar completamente este compuesto del café.
Un café descafeinado de cafetería tiene entre uno y siete miligramos de cafeína, mientras que el café normal entre 70 y 140 miligramos. Por lo tanto, podemos decir que el proceso de eliminar la cafeína al café es casi completo, aunque no lo sea del todo.
Propiedades del café descafeinado
Son muchas las propiedades que tiene el café descafeinado, no obstante, vamos a destacar las más importantes.
Entre las propiedades del café descafeinado se encuentra la Vitamina B3, que ayuda a eliminar las sustancias tóxicas de nuestro organismo generadas por el estrés.
Por otro lado, contiene Vitamina B2, que previene los dolores de cabeza, cataratas y mejora la piel, cabello y sistema inmunológico.
Además, tiene hierro, potasio, magnesio, calcio y fósforo. Pero, es importante destacar, que a pesar de sus propiedades hay que hacer un uso moderado del café descafeinado.
Excedernos en su consumo puede traernos insomnio, excitación, taquicardia o ansiedad, entre otros.
Aprovechamiento de la cafeína
La cafeína que las industrias retiran de los granos de café se purifican y se recuperan para destinarlas a las industrias farmacéuticas y alimentarias para elaborar aditivos, medicinas, suplementos deportivos, bebidas y otros productos como los de la industria cosmética.
Perfil
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Me llamo Elena Cortés, nací y pasé mi infancia en Alemania. De padres españoles que al final volvieron a sus orígenes. Mi aventura con la escritura comenzó en el año 2018 a raíz de un grave problema de salud. Pero convertí mi hobby en mi trabajo.
Me considero ambiciosa, creativa y soñadora.
Sueño porque sé que no hay imposibles.
Tengo ambición y lucho cada día por ser mejor, tanto en al ámbito personal como en el ámbito laboral.
No me conformo y apuesto por llegar lo más lejos posible.
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